150 RAZONES PARA CREER Y COMPROMETERNOS CON EL CARISMA SALESIANO

330 jóvenes procedentes de las distintas casas de la Sabana de Bogotá se dieron cita en la Casa Juvenil Don Bosco de la Obra Salesiana del Niño Jesús, el pasado domingo 29 de Noviembre, para MANIFESTAR su voluntad de creer en el carisma salesiano fundado hace ya 150 años cuando, según reza el acta de fundación, escribieron:

El año del Señor de mil ochocientos cincuenta y nueve el dieciocho de Diciembre en este Oratorio de S. Francisco de Sales en la habitación del Sacerdote Giovanni Bosco a las 9 horas de la noche se reunían él mismo, el Sacerdote Vittorio Alasonatti, los seminaristas Angelo Savio Diácono, Michele Rua Subdiácono, Giovanni Cagliero, Gio Battista Francesia, Francesco Provera, Carlo Ghivarello, Giuseppe Lazzero, Gioanni Bonetti, Gioanni Anfossi, Luigi Marcellino, Francesco Cerruti, Celestino Durando, Secondo Pettiva, Antonio Rovetto, Cesare Giuseppe Bongiovanni, el joven Luis Chiapale, todos ellos con el fin y deseo de promover y conservar el espíritu de verdadera caridad que se requiere en la obra de los Oratorios para la juventud abandonada y en peligro, que en estos calamitosos tiempos viene seducida de mil maneras con daño para la sociedad y precipitada en la impiedad y la irreligión.

Como estos primeros jóvenes fundadores los asistentes al evento manifestaron su deseo de COMPROMETERSE a continuar dando vida al carisma de Don Bosco, de educar a los jóvenes, especialmente a los más abandonados y en peligro.La animación y coordinación tuvo, como en el acta fundacional, el protagonismo de los jóvenes, ya que fueron los miembros jóvenes del Servicio Asociativo Inspectorial quienes asumieron el reto de preparar y ejecutar por completo el encuentro, con el apoyo del Equipo Inspectorial para la Pastoral Juvenil. Tres momentos fueron parte del programa; el primero un momento cultural en el que los presentes vieron al saxofonista Nicolás Castro del Colegio Salesiano de León XIII, y a los grupos de Gimnasia, Aros Alemanes y Banda Omega de la Casa Juvenil. El segundo momento fue el trabajo reflexivo en grupos en torno al sentido y valor pasado, presente y de futuro del acta fundacional. Como momento conclusivo los participantes escribieron las razones para creer y comprometerse con el carisma salesiano y las fijaron en un árbol, simbolizando el fruto del carisma: los jóvenes evangelizadores de los mismos jóvenes. El colofón de esta gran fiesta fue la celebración eucarística concelebrada por el P. Arcadio Riaño Cuida y el P. Juan Cely.